Acerca de los experimentos de campo aleatorios Los experimentos de campo aleatorios permiten a los investigadores medir científicamente el impacto de una intervención en un resultado concreto de interés.
¿Qué es un experimento de campo aleatorio? En un experimento aleatorio, una muestra de estudio se divide en un grupo que recibirá la intervención estudiada (el grupo de tratamiento) y otro grupo que no recibirá la intervención (el grupo de control). Por ejemplo, una muestra de estudio puede consistir en todos los votantes registrados en una ciudad concreta. Esta muestra se dividirá aleatoriamente en grupos de tratamiento y de control. Tal vez el 40% de la muestra esté en la lista de correo de la campaña «Get-Out-the-Vote» (GOTV) y el otro 60% de la muestra no reciba los correos de GOTV. El resultado medido -la participación de los votantes- puede entonces compararse en los dos grupos. La diferencia en la participación reflejará la eficacia de la intervención.
¿Qué significa la asignación aleatoria? La clave del diseño de la investigación experimental aleatoria está en la asignación aleatoria de los sujetos del estudio -por ejemplo, votantes individuales, distritos electorales, mercados de medios de comunicación o algún otro grupo- a grupos de tratamiento o de control. La aleatorización tiene un significado muy específico en este contexto. No se refiere a la elección aleatoria o casual de unos y no de otros. En este contexto, la aleatorización significa que se tiene cuidado para garantizar que no exista ningún patrón entre la asignación de los sujetos a los grupos y cualquier característica de esos sujetos. Cada sujeto tiene la misma probabilidad de ser asignado al grupo de tratamiento (o de control). La aleatorización se consigue generalmente empleando un programa informático que contiene un generador de números aleatorios. Los procedimientos de aleatorización difieren según el diseño de la investigación del experimento. Los individuos o grupos pueden ser asignados aleatoriamente a los grupos de tratamiento o de control. Algunos diseños de investigación estratifican a los sujetos por factores geográficos, demográficos o de otro tipo antes de la asignación aleatoria para maximizar la potencia estadística del efecto estimado del tratamiento (por ejemplo, la intervención GOTV). La información sobre el procedimiento de aleatorización se incluye en el resumen de cada experimento en el sitio web.
¿Cuáles son las ventajas de los diseños experimentales aleatorios? El diseño experimental aleatorio proporciona el análisis más preciso del efecto de una intervención (por ejemplo, una campaña de movilización de votantes por teléfono o una visita de un asesor de GOTV, en el comportamiento de los votantes). Al asignar aleatoriamente a los sujetos a estar en el grupo que recibe el tratamiento o a estar en el grupo de control, los investigadores pueden medir el efecto del método de movilización independientemente de otros factores que puedan hacer que algunas personas o grupos sean más propensos a participar en el proceso político. Para dar un ejemplo sencillo, digamos que estamos probando la eficacia de un programa de educación de los votantes en los estudiantes de último año de la escuela secundaria. Si permitimos que los estudiantes de la clase se ofrezcan como voluntarios para participar en el programa, y luego comparamos el comportamiento de voto de los voluntarios con el de los que no participaron, nuestros resultados reflejarán algo distinto a los efectos de la intervención de educación de los votantes. Esto se debe a que, sin duda, hay cualidades en esos voluntarios que los hacen diferentes de los estudiantes que no son voluntarios. Y, lo que es más importante para nuestro trabajo, esas diferencias pueden muy bien correlacionarse con la propensión al voto. En lugar de dejar que los estudiantes se auto-seleccionen, o incluso dejar que los profesores seleccionen a los estudiantes (ya que los profesores pueden tener prejuicios a la hora de elegir), podríamos asignar al azar a todos los estudiantes de una clase determinada para que estén en un grupo de tratamiento o de control. Esto garantizaría que los integrantes de los grupos de tratamiento y de control se diferencien únicamente por el azar. El valor de la aleatorización también puede verse en el uso de las listas de espera para los encuestadores puerta a puerta. Si los encuestadores eligen las casas a las que van a ir y las que van a omitir, es posible que elijan las casas que parezcan más atractivas o que elijan las casas que están muy juntas en lugar de las que están más dispersas. Estas diferencias podrían estar relacionadas con la participación de los votantes. O si los números de casa se eligen seleccionando los de la primera mitad de una lista de diez páginas, pueden estar agrupados en barrios que difieren de manera importante de los barrios de la segunda mitad de la lista. La asignación aleatoria controla tanto las variables conocidas como las desconocidas que pueden introducirse en otros procesos de selección para confundir los análisis. El diseño experimental aleatorio es una poderosa herramienta para hacer inferencias válidas sobre la causa y el efecto. El uso del diseño experimental aleatorio debería permitir un grado de certeza de que los resultados de la investigación citados en los estudios que emplean esta metodología reflejan los efectos de las intervenciones que se miden y no alguna otra variable o variables subyacentes.