La continua batalla por el termostato es un escenario demasiado común en muchos hogares y oficinas. La razón por la que las mujeres se ven obligadas a coger un jersey con más frecuencia que los hombres puede resumirse en dos palabras: tasa metabólica.
«Dado que las mujeres tienen una tasa metabólica más baja, tienden a producir menos calor que los hombres, lo que hace que sientan más frío», explica Rob Danoff, DO, un médico de familia osteópata de Filadelfia.
Centrándose en la atención preventiva, los doctores en medicina osteopática, o DO, miran más allá de sus síntomas para considerar cómo los factores ambientales y de estilo de vida afectan a su salud. Están capacitados para escuchar y colaborar con usted para ayudarle no sólo a estar sano, sino a mantenerse bien.
‘Calentadores de espacio ambulantes’
El metabolismo del cuerpo es responsable de la producción de energía, incluido el calor. Aunque los hombres y las mujeres mantienen una temperatura corporal interna de 98,6 grados, los hombres suelen tener más masa muscular y generan más calor al utilizar más calorías para alimentar esos músculos adicionales. Cuando ese calor se evapora, calienta la piel, la ropa y el aire que hay sobre la superficie de la piel.
«Básicamente, los hombres generan sus propias islas de calor, como si fueran calefactores ambulantes», dice el Dr. Danoff. «Pero como las mujeres suelen tener menos masa muscular y evaporan menos calor a través de los poros de la piel, pueden sentir más frío que los hombres en una habitación con la misma temperatura del aire».
Algunos estudios han demostrado que mientras los hombres se sienten cómodos en habitaciones con el termostato ajustado a 72 grados, las mujeres tienden a sentirse cómodas en habitaciones con el termostato ajustado a 77.
Las mujeres y la menopausia
Las mujeres de mediana edad pueden sentir más calor mientras atraviesan la menopausia, pero esa repentina sensación de calor es cortesía de los cambios hormonales, no de un aumento de la masa muscular, explica el Dr. Danoff.
La buena noticia es que los niveles de confort comienzan a igualarse a medida que los hombres y las mujeres envejecen.
Después de la menopausia, las mujeres vuelven a su anterior nivel de confort de la temperatura ambiente. Los hombres, sin embargo, comienzan a perder la masa muscular extra a medida que envejecen. Cuando esto ocurre, dejan de generar tanto calor y pueden empezar a sentir frío en las temperaturas ambientales que antes les resultaban cómodas.
Cuándo acudir al médico
Sentir frío todo el tiempo, sin embargo, podría ser el signo de un problema médico. Podría ser el momento de acudir al médico si:
- Sus uñas se vuelven azules o de un color oscuro.
- Experimenta escalofríos.
- Empieza a sentir más frío de lo normal.
- Su piel se vuelve frágil.
- Empieza a sudar más o menos de lo normal.
«Si se encuentra sintiendo frío de forma regular en temperaturas del aire que solían ser cómodas para usted, es un buen momento para consultar con su médico para descartar cualquier problema médico», dice el Dr. Danoff.