«La vida no es la cantidad de respiraciones que haces, sino los momentos que te dejan sin aliento». Cuando Hitch llegó a los cines por primera vez hace 15 años, la comedia romántica dio a los espectadores un giro progresista a un género clásico.
Will Smith desprende confianza en sí mismo como Alex «Hitch» Hitchens, un suave entrenador de citas y casamentero que promete que puede ayudar a cualquier hombre a conseguir la chica de sus sueños. Mientras ayuda a un tímido cliente (Kevin James) a arrasar con una celebridad (Amber Valletta), Hitch encuentra su pareja más difícil: Sara, una columnista de cotilleos que no cae en ninguno de sus trucos (Eva Mendes).
Aunque la película sigue basándose en algunos tropos clásicos de las comedias románticas para hacer avanzar la trama, los fans siempre han apreciado la forma en que da la vuelta a algunos de esos estereotipos. Los movimientos del ficticio doctor de las citas han inspirado incluso un puñado de columnas de consejos a lo largo de los años, enseñando a los hombres cómo ser inteligentes y tener éxito en sus vidas románticas.
La caída de Hitch llega cuando intenta mantener su verdadera identidad oculta a Sara. Finalmente, ella descubre lo que hace para ganarse la vida y escribe una mordaz exposición que daña su reputación – y amenaza con arruinar la relación que su cliente construyó con su famoso nuevo amor.
El casamentero profesional enseña a sus clientes a ser considerados, a «escuchar y responder» a sus citas y a ser simplemente ellos mismos. Sin embargo, tiene problemas cuando se enfrenta a una mujer que tiene la guardia alta en su vida romántica. Sara obliga a Hitch a replantearse sus técnicas y a dejar en la puerta la mentalidad de «los chicos buenos acaban los últimos». En su lugar, reconoce sus errores y aprende de ellos, corrigiendo sus errores y demostrando que la honestidad es la cualidad más atractiva que puede tener un hombre.
Lo que hace de Hitch una comedia romántica sobresaliente es que no toma el camino fácil. Los personajes tienen que esforzarse para conseguir sus finales felices y, aunque dice saberlo todo de antemano, el casamentero acaba aprendiendo un par de cosas de sus clientes y de las mujeres que persiguen. Es una película empoderadora con interpretaciones conmovedoras de Smith y Mendes que hacen que el público crea que todo el mundo merece una oportunidad de conseguir el amor verdadero.
«Principios básicos: no importa qué, no importa cuándo, no importa quién… cualquier hombre tiene la oportunidad de arrasar con cualquier mujer», explica Hitch en la película. «Sólo necesita la escoba adecuada».
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