¿Por qué me gusta que me humillen?

Recibo muchas preguntas sobre la humillación y el fetiche. Algunos chicos no creen que sea bueno para ellos aunque lo disfruten. Algunos chicos piensan que se están volviendo locos porque no deberían disfrutar de ello. Puede ser un tema confuso que no tiene por qué serlo.

La humillación suele ir acompañada de otro fetiche como la Dominación Financiera o la Feminización por ejemplo y es muy común. En el caso de la Dominación Financiera algunos hombres disfrutan de la humillación de que les violen la cartera. Pero hay sumisos a los que les encanta ser humillados y punto. Eso suele ir de la mano de los penes pequeños. Les encanta que les digan que sus penes no merecen ser follados, que no son machos alfa y que nunca lo serán o que simplemente no merecen tener sexo en primer lugar. Cualquiera que sea el disfrute la clave que necesitas recordar es ¡Disfrutar!

¿La humillación es mala para ti? Es una línea muy fina que tienes que controlar tú mismo. Aquí hay una regla general que enseño; si cuando te humillan te sientes realmente mal, ya sea mientras se hace o después, entonces sí que tendrá un efecto perjudicial en tu autoestima. Sin embargo, si lo encuentras erótico y excitante y no sales de una sesión sintiéndote como un saco de mierda, entonces está bien jugar.

Y sí, me doy cuenta de que sentirse como un saco de mierda es parte de la excitación, de ahí la palabra humillación, pero por eso digo que es una línea muy fina. Si se trata de una excitación directa y cuando todo termina puedes compartimentar que todo es en nombre de un buen momento, lo estás haciendo muy bien y sigues adelante y te das el gusto. Sin embargo, si empiezas a sentir que no vales nada, que realmente apestas como ser humano, entonces tenemos un problema.

Sólo porque seas sumisa y un Dómine te diga que no vales nada, no significa que no valgas nada como ser humano. (Lo siento señoras pero las sumisas también tienen un lugar en este mundo y muy valioso). Todo el mundo tiene un lugar en este mundo, una razón para estar aquí y una alegría que aportarse a sí mismo. El modo en que consigas tu alegría es asunto tuyo, pero nunca, jamás, debe ser a costa de tu propia autoestima. Todo el mundo es digno de algo. Puede que tu polla sea muy pequeña pero serás muy útil en otros aspectos.

Así que reitero mi punto de vista de que si la humillación está compartimentada y la utilizas para bajarte y estás bien contigo mismo cuando todo haya terminado, VAYA. Pero si sales de una sesión pensando honestamente que no sirves para nada, ¡DEJA DE JUGAR!

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