Un hámster que se rasca repetidamente con sus patas traseras estará sufriendo uno de los siguientes problemas: piel seca, sarna, ácaros, pulgas o algún tipo de reacción alérgica.
Si las orejas del hámster están secas y tienen un aspecto «escamoso», puede tratarse simplemente de un problema de piel seca, un síntoma común en espacios cálidos y secos como las casas (y que también padecen los humanos). Puedes ayudar a este problema aplicando un poco de vaselina en la parte posterior de las orejas de tu mascota una vez al día. Esto debería ser suficiente para detener el picor y mantener la piel hidratada.
Si un hámster se rasca continuamente, hay un problema subyacente
¿Tiene tu hámster sarna o ácaros?
La sarna es otra causa de picor en los hámsters. La sarna sarcóptica es provocada por una infestación de cierto tipo de ácaros microscópicos. Estos provocan que la piel se reseque e irrite, hasta que se convierte en una costra. Los ácaros no son visibles para el ojo humano, así que hay que buscar los síntomas. Los bichos que forman costras excavan bajo la piel del hámster, y la condición pronto se vuelve muy dolorosa para su pobre mascota.
El tratamiento incluye la limpieza a fondo de la jaula y la compra de gotas de Ivermectina de su veterinario con el fin de ayudar a combatir el ácaro.
Si su hámster tiene la piel seca por todo el cuerpo, con irritación para igualar, podría ser debido a los ácaros no sarna. Los ácaros son pequeños invertebrados que viven en la piel del animal. En pequeñas cantidades no suponen un gran problema, pero las pequeñas cantidades pueden convertirse muy pronto en grandes. Una vez que hay una infestación importante, puede ser muy incómodo para tu pobre mascota. Su piel se volverá costrosa, y puede haber alguna pérdida de pelo. Un veterinario le recetará medicamentos para tratar el problema.
¿Su hámster es alérgico a algo?
Los hámsters a veces son alérgicos a algo que se pone en sus recintos, lo que provoca picores e irritación en la piel. Podría ser una madera tóxica o un producto químico de un juguete hecho a mano, un elemento de la comida, o algo en el ambiente de la casa que no está de acuerdo con el hámster. (Por otra parte, puede ser debido a las pulgas.)
Las alergias pueden ser peligrosas si no se diagnostican y tratan. Si el rascado va acompañado de problemas como sibilancias, estornudos, dificultad para respirar o secreción de la nariz o los ojos, probablemente se deba a una alergia.
Esto no descarta la posibilidad de que el hámster pueda estar sufriendo múltiples problemas de salud. Por ejemplo, el picor de la piel junto con el goteo de la nariz y los problemas respiratorios podrían indicar una infección respiratoria y una infestación de ácaros por partida doble. Un veterinario podrá orientar y, con suerte, diagnosticar.