Jugar un buen golf de forma consistente requiere construir un swing que ofrezca tanto potencia como precisión. No ser capaz de golpear la bola muy lejos hace que cada campo sea más largo y pone más presión en su juego corto. Si no puede alcanzar los pares 4 en dos, sus golpes de wedge tienen que compensar esta falta de distancia. Afortunadamente, los golfistas que no están alcanzando su potencial de potencia pueden aprender formas de generar una velocidad adicional de la cabeza del palo a través de una mejor condición física y una mejor técnica de swing.
Tensión en la dirección
Los golfistas que están tensos o ansiosos cuando se dirigen a la bola tienen problemas para generar la máxima velocidad de la cabeza del palo. Los músculos tensos hacen que el swing sea más corto y lento. Su objetivo es un swing largo y suelto, no uno corto y tenso. Piense conscientemente en relajar los hombros antes de comenzar el swing. Asegúrese de que no está agarrando el palo con demasiada fuerza.
La presión de la empuñadura debe ser lo suficientemente firme como para controlar el palo pero no tan apretada como para acumular tensión en sus antebrazos y hombros. No comience su swing hasta que se sienta relajado y cómodo.
Piernas débiles
Los buenos golfistas tienen un poderoso impulso de piernas cuando el swing se acerca al punto de impacto. El impulso de las piernas ayuda a generar velocidad y potencia. Puede notar que pierde distancia cerca del final de la ronda, y las piernas cansadas podrían ser el problema.
Construya la fuerza de sus piernas a través de un programa consistente de caminatas, carreras o entrenamiento cardiovascular como el entrenamiento en una cinta de correr o en una bicicleta fija. Es una buena idea consultar con su médico antes de empezar un programa de ejercicios.
Poco tempo
Algunos de los bateadores más largos de los circuitos de la PGA y la LPGA no parecen especialmente musculosos y sus swings parecen casi sin esfuerzo. Su secreto es un buen tempo.
Saben cómo maximizar la velocidad de la cabeza del palo en el punto de impacto.
Apresurarse en el downswing hace que se disipe la velocidad de la cabeza del palo. Asegúrese de hacer un swing hacia atrás tan lejos como pueda cómodamente, y haga una pausa en la parte superior de su swing.
Falta de flexibilidad
Para generar potencia necesita hacer un giro completo de los hombros.
Al enrollar sus músculos yendo hacia atrás, acumula energía que será liberada en el downswing. Un giro completo requiere flexibilidad muscular. Los golfistas aumentan su flexibilidad mediante ejercicios de estiramiento. Tome su driver y agárrelo por ambos extremos de la varilla. Extienda el palo delante de usted y gire los hombros como lo hace durante el swing. Sentirá que los músculos de los hombros se estiran y se aflojan. Esto le ayudará a ampliar su arco de swing y a golpear la bola más lejos.
Forzar el swing
Un swing demasiado fuerte puede dar lugar a drives más cortos en lugar de más largos. Una acción de swing violenta desvirtúa su sincronización, haciendo imposible que los brazos, hombros y piernas trabajen en armonía para entregar la máxima potencia a la pelota. Extender el backswing más allá del paralelo también puede alterar la sincronización del downswing. Los grandes jugadores hacen el swing deliberadamente con menos del 100% de fuerza para mantener un buen ritmo de swing.