Posibles causas: Problemas de tiroides, anemia, deficiencia de vitamina B, mala circulación, ansiedad, fenómeno de Raynaud
Cuando un paciente informa de que tiene las manos y los pies perennemente fríos, «lo primero que pienso es en la tiroides», dice la doctora Amy Savagian. La función tiroidea deficiente no es la única razón de las extremidades frías, pero es una de las más comunes, especialmente para las mujeres.
La principal causa de problemas de tiroides en los Estados Unidos es la tiroiditis de Hashimoto, una condición en la que el sistema inmunológico ataca la propia glándula tiroides del cuerpo. Las mujeres son siete veces más propensas que los hombres a tener Hashimoto, y con frecuencia no se diagnostica.
Otras causas de manos y pies fríos son la anemia, la deficiencia de hierro o de ciertas vitaminas del grupo B, o la mala circulación en general.
La ansiedad puede incluso desempeñar un papel. «La ansiedad puede provocar la contracción de los vasos sanguíneos», dice Savagian, lo que dificulta que la sangre y el oxígeno lleguen a las extremidades del cuerpo.
Un trastorno circulatorio llamado fenómeno de Raynaud a veces constriñe las pequeñas arterias de las manos y los pies de forma tan grave en respuesta al frío que los dedos se entumecen y se vuelven pálidos o azulados. La circulación normal puede tardar hasta 15 minutos en volver. Este trastorno tiende a afectar desproporcionadamente a las mujeres delgadas, señala Savagian. Aunque puede parecer alarmante, rara vez es lo suficientemente grave como para requerir tratamiento médico.
Lo que puede hacer: Mantenga su núcleo caliente, sugiere Savagian, porque la sangre da prioridad a los órganos vitales. Luego, póngase en movimiento. Cuando se trata de mejorar la circulación, «el ejercicio es increíblemente beneficioso para las arterias periféricas», señala. Los estudios han demostrado que los suplementos de aceite de pescado también pueden ayudar a aliviar los síntomas de Raynaud.
Evite los desencadenantes del estilo de vida, como el tabaquismo y el consumo excesivo de cafeína, que hacen que los vasos sanguíneos se contraigan. Controle el estrés y la ansiedad. Si sospecha que tiene una carencia de vitaminas o minerales, pida a su médico que le haga pruebas de hierro y vitaminas del grupo B.
Si las manos y los pies fríos son un problema persistente -y experimenta otros síntomas de la enfermedad de Hashimoto, como la fatiga, el adelgazamiento del cabello, el aumento de peso y la sequedad de la piel- considere la posibilidad de pedir una prueba de tiroides. (Encuentre más sobre esto en «Escuche a su tiroides»)
Esto apareció originalmente en «Lo que su cuerpo está tratando de decirle, Parte 3» en la edición impresa de julio/agosto de 2019 de Experience Life.