Qué son los escalofríos: ¿cuándo son síntoma de enfermedad?

MADRID, 18 May. (EDIZIONES) –

Los escalofríos son una de las sensaciones más comunes y pueden aparecer bien por una aparición de frío repentina, que no significa que estemos enfermos, o bien porque se está bajo una infección vírica o bacteriana y se empieza a temblar.

Suelen ser más frecuentes entre los más pequeños, aunque cualquiera de forma repentina puede tener un escalofrío. No se trata de algo peligroso, ni grave para la salud, a no ser que se trate de un caso de hipotermia. Son la defensa automática del cuerpo contra la temperatura baja para calentarse.

«Se pueden presentar al comienzo de una infección. Con frecuencia están asociados con la fiebre. Son causados por contracciones y relajaciones musculares rápidas. Representan la manera en la que el cuerpo genera calor cuando siente que hace frío. Generalmente, predicen la aparición de fiebre o el incremento de la temperatura corporal central», explica la Academia Americana de Pediatría.

Son comunes en niños pequeños y, en general, estos tienden a presentar fiebre más alta que los adultos. Hasta las enfermedades menores pueden producir fiebre alta en los más pequeños. «Los bebés tienden a no presentar escalofríos obvios. Sin embargo, debe llamar a su médico por cualquier episodio de fiebre en un bebé de 6 meses o menos. También debe llamar si se presenta fiebre en bebés de 6 meses a 1 año a menos que esté seguro de la causa», añade la sociedad científica.

Eso sí, el departamento de salud de Estados Unidos o NIH por sus siglas en inglés precisa que la conocida como ‘piel de gallina’ no es lo mismo que los escalofríos. «La piel de gallina se presenta debido al aire frío. También puede ser causada por emociones fuertes como el shock o el miedo. Con la piel de gallina, los vellos en el cuerpo se erizan de la piel para formar una capa aislante. Cuando usted sienta escalofríos es posible que no tenga piel de gallina», precisa.

Mientras, en una entrevista con Infosalus, la miembro del Grupo de Trabajo de Dermatología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la doctora Jenny Dávalos Marín, explica que los escalofríos representan unos impulsos nerviosos que son enviados a los músculos para generar calor metabólico. «Los vasos sanguíneos se contraen para evitar que se pierda calor por aquellas zonas que están más frías y concentrándolo en los órganos internos», agrega la especialista.

Estos impulsos también llegan a la corteza cerebral, según indica, que es la parte del cerebro en la que se produce el razonamiento, y en la que se genera la información acerca de que estamos teniendo frío.

«Estas sensaciones se combinan con los impulsos que llegan desde el sistema límbico, el responsable de nuestro estado emocional, para determinar cómo nos sentimos respecto al frío que estamos sintiendo. Todo en su conjunto nos lleva a realizar acciones que nos protejan contra ese frío. Nos tapamos, nos ponemos más ropa, nos acurrucamos y expresamos que tenemos frío, o nos cuesta calentar las manos o los pies», agrega.

Sin embargo, la experta de la SEMG advierte de la relación entre la temperatura y la fiebre, o la inflamación, y dice que se conoce desde hace mucho tiempo ya que múltiples evidencias señalan que la eficacia de la respuesta inmune puede verse influenciada por la temperatura, modificando la expresión de genes involucrados en la defensa del individuo.

EL CASO DE LA HIPOTERMIA: UNA URGENCIA MÉDICA

Eso sí, desde la Mayo Clinic recuerdan el caso de la hipotermia, una urgencia médica, y el papel clave de los escalofríos a la hora de detectarla. «Son lo primero que notarás cuando la temperatura comience a bajar, debido a que son la defensa automática del cuerpo contra la temperatura baja para calentarse», remarca.

Ésta ocurre cuando el cuerpo pierde calor más rápido de lo que lo produce, lo que provoca una peligrosa disminución de la temperatura corporal. La temperatura corporal normal se sitúa en torno a los 37 °C, y la hipotermia ocurre cuando ésta desciende por debajo de los 35 °C.

«Cuando desciende la temperatura corporal, el corazón, el sistema nervioso y otros órganos no pueden funcionar normalmente. Si la hipotermia no se trata, con el tiempo, puede provocar que el corazón y el sistema respiratorio dejen de funcionar y, finalmente, la muerte. La causa más frecuente de la hipotermia es la exposición al clima frío o la inmersión en agua fría. Los tratamientos principales para la hipotermia son métodos para calentar el cuerpo a fin de que recupere la temperatura normal», sentencia la Mayo Clinic en este sentido.

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