Regar en exceso
Regar su césped maduro y sano todos los días, o incluso cada dos días, es la definición de regar en exceso. Esto está mal, no importa lo que le digan los demás o lo que hagan sus vecinos. ¿Qué hay de malo en regar así?
El riego excesivo ahoga las raíces de la planta
¡Las plantas de césped no necesitan, ni pueden utilizar, tanta agua! El suelo debajo de su césped está compuesto por partículas de arena, limo y arcilla, así como por espacios porosos. Cuando llueve, el agua llena esos espacios porosos expulsando el aire. El riego diario mantiene esos poros llenos de agua en lugar de oxígeno, que es vital para el crecimiento de las plantas. Sin oxígeno, las raíces del césped se asfixian y mueren, dejando a la planta con un sistema de raíces muy superficial.
Las plantas con raíces superficiales se estresan fácilmente
Cuando las raíces de la planta de césped mueren por falta de oxígeno, la planta se estresa. Esto, a su vez, las hace más susceptibles a las enfermedades y a los daños causados por los insectos. Los problemas menores de enfermedades e insectos pueden convertirse en grandes desastres para el césped cuando éste tiene raíces poco profundas. Aunque las raíces no son fácilmente visibles, son las únicas que determinan la salud y la belleza de la planta.
Los céspedes regados en exceso tienen más malas hierbas
Para agravar el problema, las malas hierbas que suelen tener los céspedes regados en exceso son de las más difíciles de controlar. Esto se nota especialmente en un césped que ha sido regado en exceso durante más de dos años.
El riego excesivo hace perder tiempo y dinero y contribuye a la contaminación
El agua del suelo es un recurso natural. Desperdiciar agua en plantas que no la necesitan no tiene sentido. El bombeo de esta agua innecesaria también desperdicia electricidad. Los céspedes establecidos no se secan durante la sequía, sino que entran en reposo y vuelven a crecer después de una lluvia. Su césped no morirá si lo riega. El fertilizante que se aplica a los céspedes regados en exceso es arrastrado por las raíces antes de que pueda ser absorbido por la planta. En última instancia, esto da lugar a la contaminación por nitratos de las aguas subterráneas.
Se necesitan aplicaciones excesivas de fertilizantes
Como el fertilizante que ha aplicado es arrastrado por la zona de las raíces antes de ser absorbido, el césped perderá el color más rápidamente. La respuesta natural, por supuesto, es aplicar entonces más fertilizante. En realidad, lo único que se necesita es una aplicación que se absorba y no sea arrastrada.
Cómo regar correctamente un césped
Los propietarios quieren creer que pueden tener un césped bonito todo el año poniendo en marcha su sistema de riego una vez en primavera. Esto simplemente no es posible porque los únicos ajustes de un sistema son la frecuencia y la duración del riego de una zona. Lo que realmente determina si el césped necesita agua es el grado de sequedad del suelo. La humedad del suelo viene determinada por la temperatura del aire, la humedad, la velocidad del viento, la frecuencia y la cantidad de lluvia, el tipo de suelo y el estado general del césped. Se trata de factores complejos e interrelacionados y el tipo de equipo necesario para tener en cuenta todos estos factores no está al alcance de los propietarios de viviendas en la actualidad. Hasta que esta tecnología aparezca a un precio asequible, los propietarios tendrán que adoptar un enfoque práctico para el riego del césped si realmente quieren tener un césped de buen aspecto.
La forma adecuada de regar un césped es muy sencilla: a fondo pero con poca frecuencia. Cuando la tierra esté seca a una profundidad de cinco pulgadas, riegue el césped lo suficiente como para mojar la tierra a cinco pulgadas de profundidad. Cuando un propietario tiene un césped nuevo o un nuevo sistema de riego automático, debe dedicar tiempo a familiarizarse con ambos. Lo importante es saber cuánta agua aplica el aspersor en, por ejemplo, 30 minutos y a qué profundidad del suelo llega esta agua. Se puede utilizar una paleta de jardín para cavar en el suelo y ver cómo está de seco. Con un destornillador se puede hurgar en la tierra. A base de cavar y pinchar, pronto aprenderás a equiparar el esfuerzo que supone clavar el destornillador en la tierra con el grado de sequedad de la misma. Esto le evita tener que cavar constantemente en su jardín. Doce horas después del riego es tiempo suficiente para ver la profundidad del agua en el suelo. Cada zona debe ser revisada de la misma manera porque suele haber diferencias en la cantidad de agua que necesita cada zona y en la cantidad de agua que aplica cada aspersor. El césped puede regarse a cualquier hora del día, pero es mejor evitar el riego a última hora de la tarde o por la noche. Las primeras horas de la mañana son un buen momento para regar.
¿Cómo saber cuándo hay que regar?
Caminar por el jardín y buscar signos visuales de que necesita agua también es importante. El césped adquirirá un color azulado, las hojas se verán estrechas y sus huellas en la hierba permanecerán durante mucho tiempo cuando el césped esté seco. Lo ideal es regar el césped el día antes de que aparezcan los síntomas visuales.
Regamos todos los días cuando está seco, pero no regamos todos los campos todos los días. Funcionamos según un calendario. Por ejemplo, digamos que tiene cinco zonas y la zona uno necesita agua primero. El día 1, riegue la zona uno. El día 2, riegue la zona dos. El día 3, tal vez riegue las zonas tres y cuatro o tantas zonas como necesiten agua. Si la lluvia hace que dejes de regar, entonces empieza de nuevo en la zona 1 cuando el suelo esté seco. Si no llueve, repita de nuevo el programa empezando por la zona 1.
Regar correctamente parece complejo, pero sólo hace falta un poco de práctica. Recuerde que su césped no morirá si lo riega de forma insuficiente. El exceso de riego se paga más caro que la falta de riego.