He estado engordando en secreto a mi novia desde hace unos 9 meses. Ella siempre fue una chica prieta y delgada que jugaba al fútbol y hacía yoga con mucha frecuencia. Sin embargo, hace unos 9 meses se torció el tobillo jugando al fútbol y dejó de ser activa para curarse. Poco a poco fue engordando unos cuantos kilos y me encantó. Entonces se me ocurrió la gran idea de empezar a engordarla a propósito. Compraba todo tipo de bollería, donuts, chocolate, patatas fritas, galletas y helados y se los dejaba por la casa. Le llevaba a casa comida rápida y grasienta, con batidos y grandes pedidos de patatas fritas. Al principio le molestaba que le llevara a casa todos esos alimentos que engordaban, pero yo sabía que los comía a escondidas y perdía el control. La llevé a comer a un buen restaurante a los tres meses y fue entonces cuando me di cuenta de lo que había engordado. La ropa le quedaba tan ajustada que me volvía loco. Estaba disgustada por su aspecto, pero le dije que estaba estupenda y que la quería de todas formas y que podíamos empezar a comer mejor y hacer más ejercicio. Lo cual era la verdad, ya me había hartado. Pero parecía que se había acostumbrado a su nuevo estilo de vida perezoso. Consiguió un trabajo de oficina hace unos 5 meses y desde entonces se ha puesto como un globo. Está constantemente comiendo fuera, bebiendo cervezas fuertes, y sentada en su ordenador picando todo el día. Me encanta. Su cuerpo delgado es ahora un cuerpo regordete y con gorditos. Verla luchar para ponerse la ropa vieja me excita enormemente. He estado atendiéndola. Quedándome en casa, viendo películas y llevándole galletas, patatas fritas y batidos. La otra noche, mientras bebíamos, me confesó que había engordado 12 kilos desde que se torció el tobillo. Es muy excitante verla dejarse llevar así. Me encanta todo el peso nuevo que tiene, verla atiborrarse y ver cómo se acumulan los kilos. Me ha pedido que deje de comprar dulces y de dejarlos en casa porque se los come todos y yo nunca tengo (poco sabe que todos son para ella). Dejaré de comprar los dulces pero seguiré trayendo a casa comida rápida grasienta y batidos que engordan para ella hasta que se proponga perder el peso. Me encanta engordarla en secreto, pero es su cuerpo y apoyaré la decisión de perder el peso (si es que alguna vez lo cumple y deja de ser una glotona).