Historia BrittonumEdit
Se la menciona por primera vez en la Historia Brittonum del siglo IX (tradicionalmente atribuida a Nennius) como la encantadora hija sin nombre de la figura mitológica, el sajón Hengist. Tras la llegada de su hermano, Horsa, a Ynys Ruym (la actual isla de Thanet), Hengist negocia con el rey de los bretones, Vortigern, para obtener más tierras. Por orden de su padre, Rowena emborracha a Vortigern en un festín, y éste queda tan encantado con ella que accede a dar a su padre todo lo que quiera a cambio de permiso para casarse con ella (no se especifica el destino de la primera esposa de Vortigern, Sevira, hija de Magnus Maximus). El texto deja claro que la lujuria del rey británico por una mujer pagana es una instigación del Diablo. Hengist exige el reino de Kent, que Vortigern le concede tontamente. Este acuerdo resulta desastroso para los británicos y permite a los sajones reforzar considerablemente su posición en Gran Bretaña. Según la Historia Brittonum, Vortigern «y sus esposas» (no se nombra directamente a Rowena/Rhonwen) fueron quemados vivos por el fuego celestial en la fortaleza de Craig Gwrtheyrn «Roca de Vortigern» en el norte de Gales.
Geoffrey de MonmouthEditar
La obra de Geoffrey de Monmouth Historia Regum Britanniae (Historia de los reyes de Gran Bretaña, alrededor de 1138) fue la primera en dar un nombre a la hija de Hengist, Rowena, aunque la ortografía varía mucho según el manuscrito. Según Geoffrey, Vortigern usurpa el trono de Britania al legítimo rey Constans. Geoffrey afirma que la seducción ebria de Vortigern creó la tradición del brindis en Gran Bretaña. Los tratos amistosos de Vortigern con los sajones, especialmente el hecho de permitir que se unan a ellos más colonos, hace que sus hijos de su primera esposa se rebelen. Su hijo mayor, Vortimer, asume el trono británico y expulsa a los sajones, pero es envenenado por Rowena, que asume un papel de madrastra malvada. Más tarde, los sajones matan a todos los líderes británicos en la Traición de los Cuchillos Largos, perdonando a Vortigern por culpa de Rowena.
Con su uso de la seducción y las pociones, la Rowena de Geoffrey (un personaje que el erudito Edward Augustus Freeman describió como «un absurdo posterior») quizás sirvió de base para posteriores villanas de la Materia de Bretaña como Morgan le Fay, y puede contrastarse con su representación positiva de reinas británicas como Cordelia de Bretaña y Marcia. Otro personaje similar es Estrildis, la rival de la reina Gwendolen, también una bella princesa germánica.
El matrimonio de Rowena en la Gesta Regum Anglorum de Guillermo de Malmesbury, obra coetánea a la Historia de Monmouth, sirve de ejemplo de la unificación de las familias gobernantes tras la conquista, en este caso británica y germana, legitimando así la autoridad de los descendientes de la pareja. Malmesbury tenía en mente a Enrique I y a Matilde, cuyo matrimonio en 1100 había unido por primera vez los linajes, respectivamente, de normandos y anglosajones.
Tradición galesaEditar
En las tríadas galesas y en la poesía galesa medieval, Rhonwen es «la madre de la nación inglesa» que personifica la traición sajona y el paganismo anglosajón.
Tradición frisonaEditar
En el Spiegel historiael (Espejo de la historia) del escritor flamenco Jacob van Maerlant (1284-89) se considera que el padre de Rowena, Engistus, es frisón; las crónicas del siglo XV lo identifican como el fundador de la ciudad de Leiden. Su hija Ronixe es presentada por Cornelius Aurelius en la famosa Divisiekroniek (1517). Desde entonces, Rowena se considera una princesa frisona (la forma actual Ronixa procede de fuentes francesas). En Frisia, como en Gran Bretaña, era costumbre que las mujeres recibieran a los visitantes con un beso. Por ello, los frisones empezaron a creer que Rowena había introducido la costumbre del beso en Inglaterra. Según el historiador frisón Pieter Winsemius (1622) fue el beso frisón de Rowena el que sedujo a Vortigern para que se casara con ella.