Las sílabas de una palabra pueden dividirse en función de la intensidad con que sean pronunciadas en sílabas tónicas y átonas.
La tonicidad o atonicidad de una sílaba es fonológicamente relevante en español, pues la posición del acento en una palabra tiene un valor léxico distintivo. Son las sílabas tónicas y átonas lo que nos permite diferenciar «revolver» de «revólver», o «ánimo» de «animo» o «animó».
Sílaba tónica
La sílaba tónica, también llamada sílaba acentuada, es aquella que presenta mayor prominencia fonética en una palabra. En este sentido, coincide siempre con el acento prosódico de la palabra.
En todas las palabras, salvo algunas excepciones, existe solamente una sílaba tónica, siendo el resto sílabas átonas, como en los siguientes vocablos, donde podemos ver la sílaba tónica destacada en negritas.
Ejemplos de sílabas tónicas:
- Buscar
- Ideal
- Acné
- Nevera
- Independencia
- Fénix
- Legítimo
- Brújula
- Máximo
Como podemos observar, de los componentes que forman la sílaba tónica, el elemento más afectado es la vocal o vocales que constituyen el núcleo silábico, no así las consonantes.
De allí que la tilde, que es el signo gráfico que en español sirve para indicar, conforme a las reglas de acentuación, que una sílaba es tónica, vaya siempre sobre la vocal nuclear de la sílaba tónica.
Por ejemplo:
- Canción
- Busqué
- Amílcar
- Árbol
- Súbito
- Terráqueo
Sílaba átona
La sílaba átona, también conocida como sílaba inacentuada, es toda aquella sílaba sobre la que no recae el acento prosódico de una palabra, es decir, toda aquella sílaba distinta a la sílaba tónica de una palabra. Así, en las siguientes palabras, son sílabas atonas aquellas destacadas en negritas.
Ejemplos de sílabas átonas:
- Amistad
- Enfrentar
- Expansión
- Relevo
- Detrimento
- Apuro
- Andrógino
- Impertérrito
- Lógico
Hay palabras consideradas enteramente como átonas, como ciertos monosílabos y pronombres, como, por ejemplo, de, mi, tu, el, mas, te, si, tu, etc.
Vea también: Palabras tónicas y átonas.