«Él hizo un buen trabajo cuidando de mí», dice la cantante a PEOPLE en la edición de esta semana
Para Sara Bareilles y su novio, el actor Joe Tippett, la pandemia del coronavirus, COVID-19, ha traído un nuevo significado a la frase «en la enfermedad y en la salud.»
Después de revelar su diagnóstico de COVID-19 a principios de abril, la cantante de «Love Song», de 40 años, dice que ahora está totalmente recuperada gracias, en parte, a Tippett, de 38 años.
«Él hizo un buen trabajo cuidando de mí», dice Bareilles a PEOPLE en el número de esta semana, en los quioscos el viernes. «Fue un buen amigo y compañero durante todo eso»
Bareilles -cuya nueva serie, Little Voice, se estrenó en Apple TV+ la semana pasada- dice que está agradecida de haber tenido un «caso muy leve» de la enfermedad.
«No la tuve ni de lejos como otras personas que están luchando contra ella, una de ellas es Nick Cordero», dice sobre la estrella de Broadway, que apareció en su exitoso musical Waitress y que murió de la enfermedad el 5 de julio, poco después de esta entrevista. «Tuve suerte. Como dije, tuve un caso muy leve, así que no necesité ir al hospital ni nada».
Aún así, Bareilles dice que su experiencia fue «aterradora».
«Realmente tienes que escuchar a tu cuerpo, descansar y prestar mucha atención si tienes algún problema respiratorio», dice. «Pero daba miedo porque estás esperando que empeore todo el tiempo. Así que puedo entender por qué es un momento de pánico para mucha gente. Es algo que da miedo, pero muchísima gente lo padece y se recupera bien. Así que creo que deberíamos recordar eso también.»
Aunque los síntomas físicos del COVID-19 han pasado, Bareilles dice que actualmente lo está pasando «muy mal» emocionalmente.
«Estoy lidiando con viejos demonios de la ansiedad y la depresión y trabajando para manejar eso mientras asimilo lo que está sucediendo y me inclino por el activismo», dice. «He ido a las marchas, toda enmascarada, por supuesto. He leído, investigado y escuchado mucho. Intento corregir mis errores. Y filantrópicamente, apoyando a organizaciones como Color of Change y Black Lives Matter.»
Para cuidar su salud mental, Bareilles dice que habla con un terapeuta semanalmente.
«Soy una firme creyente de la terapia», dice. «Así que he estado en mi terapia semanal y, a veces, si estoy teniendo una mala semana, podría hablar con mi terapeuta dos veces por semana y ha sido enormemente útil. La otra bala mágica para mí es la meditación. Ha sido una ayuda tremenda para hacerme amiga de las partes de esto que son incómodas, como la incertidumbre de todo.»
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En medio de la pandemia, Bareilles y su novio han estado en cuarentena en su apartamento de Nueva York y aprovechando al máximo el espacio que tienen.
«Tengo un pequeño cojín de meditación que saco a la escalera de incendios cuando hago mi meditación fuera por las mañanas, y él tiene su X-Box en la habitación de al lado», dice Bareilles. «Sé que cuando la puerta está cerrada, está pasando un rato a solas. Es difícil pasar 24 horas con alguien».
Bareilles no es ajena a aprovechar al máximo los espacios. Antes de triunfar, Bareilles y sus amigos alquilaron un almacén en Marina del Rey, Los Ángeles, y lo convirtieron en un estudio improvisado.
«Era el lugar más barato que podíamos conseguir para tener un estudio», dice. «Mis vecinos se enfadaban cuando tocaba música en casa, así que íbamos al almacén y hacíamos ensayos y audiciones. Es donde escribí ‘Love Song'»
Ese recuerdo inspiró una escena en Little Voice, que Bareilles produjo y escribió la música original. Inspirado en parte en la historia de la vida de Bareilles, el espectáculo sigue al personaje principal, Bess King, un joven músico de la ciudad de Nueva York, mientras intenta encontrar su auténtica voz y cumplir sus sueños.
«Bess y yo, creo que compartimos el espíritu más que una autobiografía», dice Bareilles. «En realidad no es mi historia, pero cuando la vemos pasar por el proceso de audición para las discográficas y los comentarios sobre su material, algunas de esas cosas están tomadas directamente de mi vida, en la que me dijeron que sólo era una voz o que sólo era una escritora y que no debía cantar mi propio material, o, ‘Te quiero, pero no sé qué hacer contigo. No sabría cómo comercializarte'».
Con el tiempo, Bareilles dice que ha aprendido a confiar en sus instintos y en «esa pequeña voz que vive dentro de ti.»Estoy menos atenazada por las dudas sobre mí misma de lo que solía estarlo, pero ciertamente sigo lidiando con ellas de forma muy, muy regular», dice. «Todos tenemos que enfrentarnos a nuestros demonios de alguna manera o forma. Creo que la duda sobre uno mismo es una experiencia tan complicada y omnipresente con la que todos tenemos que lidiar».
A pesar de la estabilidad de su relación, Bareilles no tiene miedo a la falta de inspiración creativa.
«La parte de mí misma que no creo que esté en peligro es la que siempre estará vagando y preguntándose», dice. «Tenía miedo de que si era feliz y estaba contenta en una relación, dejaría de escribir música. Pero ahora estoy buscando y vagando en pareja.»
Para más de Sara Bareilles sobre el amor, la salud y la búsqueda de confianza, recoge el último número de PEOPLE, en los quioscos el viernes.
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