En algunas zonas, la carga de viento es una consideración importante a la hora de diseñar
y construir un granero u otra estructura. La carga de viento es la carga, en libras por pie cuadrado, colocada en el exterior de una estructura por el viento. Esto dependerá de:
- El ángulo con el que el viento incide en la estructura
- La forma de la estructura (altura, anchura, etc.)
Prevenir los daños del viento implica reforzar las zonas donde los edificios podrían desprenderse. Los muros, el tejado y los cimientos deben ser fuertes, y las uniones entre ellos deben ser fuertes y seguras. Para que una estructura resista los vientos huracanados y tornádicos débiles, debe tener una trayectoria de carga continua desde el tejado hasta los cimientos, conexiones que unan todas las partes estructurales y que puedan resistir los tipos de cargas de viento que podrían empujar y tirar del edificio en una tormenta. Dependiendo de la ubicación, una «carga de viento» típica es de 80 mph o 16 lb/ft2.
El viento ejerce tres tipos de fuerzas sobre una estructura:
- Carga de elevación – Presiones de flujo de viento que crean un fuerte efecto de elevación, muy parecido al efecto en las alas de los aviones. El flujo de viento bajo un techo empuja hacia arriba; el flujo de viento sobre un techo tira hacia arriba.
- Carga de cizallamiento – Presión horizontal del viento que podría causar el levantamiento de las paredes, haciendo que un edificio se incline.
- Carga lateral – Presión horizontal de empuje y tracción sobre las paredes que podría hacer que una estructura se deslice fuera de los cimientos o se vuelque.
Las altas presiones del viento pueden colapsar puertas y ventanas, arrancar tejados y cubiertas y destruir las paredes de los frontones. Los voladizos de los tejados y otros elementos que tienden a atrapar el aire debajo de ellos, dando lugar a grandes fuerzas de elevación, son especialmente susceptibles de sufrir daños. Las ventanas y puertas rotas pueden exponer el contenido del edificio a graves daños por la presión del viento interno y la entrada de agua.
Los efectos reales de las fuerzas del viento sobre los edificios agrícolas dependen de su diseño, construcción y entorno. Los cortavientos locales -árboles- pueden ayudar a reducir estos efectos.
Compruebe la zona de viento de su localidad: http://www.fema.gov/pdf/library/ism2_s1.pdf y asegúrese de que sus edificios pueden resistir las velocidades del viento en su región. Su compañía de seguros o el departamento de construcción e inspección del condado pueden ayudarle a determinar cuál es la carga de viento para cada una de sus estructuras. Es importante tener en cuenta la capacidad de carga del viento cuando se diseñan y construyen nuevas estructuras, especialmente si vive en una región de los Estados Unidos donde se producen vientos fuertes con frecuencia.