La calidad de los suelos de una cancha de baloncesto es fundamental porque incluso las pequeñas diferencias en el rendimiento, la sensación y la planicidad pueden cambiar completamente la forma de jugar. El material del suelo debe ser duro y sólido para que el balón rebote bien y de forma consistente. El material también debe ser duradero para que la superficie pueda soportar el impacto constante. Sólo hay unas pocas opciones con características adecuadas para estas rigurosas exigencias.
Pisos de madera para canchas
El baloncesto se inventó cuando la YMCA le pidió a James Naismith que ideara un deporte activo de interior que cansara a los niños durante los largos inviernos de Nueva Inglaterra. El primer partido se jugó en un gimnasio sobre un suelo de arce, lo que debió servir de inspiración porque, a pesar de las modernas técnicas de fabricación, la madera dura sigue siendo el material utilizado para la mayoría de las pistas cubiertas, incluidas las de los equipos deportivos profesionales.
Arce: Este material es especialmente adecuado para el baloncesto porque tiene una estructura muy cerrada. Eso ayuda a evitar que pequeñas partículas de residuos se incrusten en su superficie, causando pequeñas imperfecciones que pueden aumentar con el tiempo. Además, el arce es resistente a las astillas y tiene el suficiente rendimiento como para mantener adecuadamente el rebote de un balón sin disminuir su velocidad.
Otras maderas: Aunque el arce es el suelo ideal para las canchas de baloncesto de interior y es el estándar para el juego profesional, muchos gimnasios domésticos y locales utilizan una variedad de otras maderas duras menos caras para este fin. Si bien esto puede ahorrar una cantidad considerable de dinero, es importante elegir un material que tenga la resistencia adecuada para soportar el abuso que recibirá una cancha de baloncesto, o ese costo-beneficio puede ser compensado por las facturas de reparación y reemplazo.
Acabado de la madera dura: Una cancha de baloncesto debe ser lo más plana posible, por lo que una vez instaladas las tablas se lijan para eliminar las pequeñas imperfecciones y crear una superficie lisa y plana. A continuación, se aplican varias capas de poliuretano para proteger la madera y darle un aspecto brillante. En este punto, se pintan en el suelo las líneas y marcas necesarias para el deporte. Por último, se aplican dos capas más de poliuretano para laminar las imágenes en el suelo como una pieza sólida.
Pisos de plástico para canchas: Algunos fabricantes están empezando a desarrollar materiales plásticos sintéticos que tienen la fuerza sólida necesaria para una cancha de baloncesto, combinada con una cesión que los hace más seguros contra las caídas accidentales, e incluso mejores para el rebote de la pelota. Por lo general, se componen de polipropileno, que se moldea en cuadrados que encajan entre sí, lo que facilita la instalación por parte de los usuarios.
Canchas de baloncesto ecológicas: Los suelos para canchas de baloncesto ecológicos pueden fabricarse utilizando recursos de madera reciclada. Los árboles de caucho se cosechan por su savia, que sólo se produce durante unos 25 años, después de lo cual la vida funcional de la planta ha terminado. Al recuperar estos recursos para las canchas de baloncesto, los productores de materiales para pisos pueden ayudar a reducir los residuos.
La mayoría de los pisos de madera para canchas de baloncesto pueden reciclarse y recuperarse para otros proyectos cuando el gimnasio ya no esté en uso.
Pisos para canchas al aire libre
El arce y otras buenas opciones de pisos para canchas de madera dura generalmente no son adecuados para ubicaciones exteriores, y el proceso de impermeabilizarlos elimina muchas de sus características beneficiosas. Por este motivo, los suelos de baloncesto para exteriores suelen ser de hormigón o asfalto, que son fáciles de conseguir y se adaptan a cualquier condición meteorológica. En muchos casos, se puede instalar una canasta directamente en las superficies de hormigón existentes, siempre que sean razonablemente planas.
Subsuelos para canchas de baloncesto
Con las canchas privadas, la mayoría de la gente simplemente instala el revestimiento de la superficie sobre el subsuelo de hormigón o madera contrachapada que ya existe. Con las canchas profesionales, usted quiere crear una superficie que sea lo suficientemente dura para el regateo, pero que también tenga algunas propiedades de cesión para ayudar a reducir el daño de choque a las articulaciones del atleta por el impacto de correr y saltar. Esta superficie ortopédica puede lograrse mediante el uso de materiales de subsuelo y contrapiso acolchados, como almohadillas de goma rellenas de aire y colocadas a un pie de distancia.
Mantenimiento
Al menos una vez al año, toda la superficie debe ser barnizada y se debe aplicar una nueva capa de poliuretano para mantener el suelo con un aspecto brillante. Si el gimnasio se utiliza para fiestas, bailes y otras actividades, puede degradarse más rápidamente debido a las rozaduras de los zapatos y el raspado de las patas de los muebles. Esto puede precipitar la necesidad de un mantenimiento más regular para conservar un aspecto y rendimiento óptimos.
Para la limpieza diaria, el suelo debe fregarse en húmedo con un limpiador de suelos adecuado una vez al día. Después de cada uso, debe fregarse en seco para eliminar la suciedad abrasiva y las partículas de arena. Si cae algún líquido en la superficie, debe limpiarse lo antes posible.
Suelos profesionales
La naturaleza sensible de los suelos de las canchas de baloncesto significa que, a nivel profesional, deben cumplir con estrictos controles de calidad. A menudo los tablones se fabrican a mano, y luego son inspeccionados en busca de imperfecciones por «revisores» especializados que requieren un mínimo de un año de formación para realizar correctamente su trabajo.
Sólo se puede utilizar el arce de grado 1 de la más alta calidad que está completamente libre de nudos. Los árboles se cosechan específicamente entre agosto y marzo para garantizar que el contenido de savia sea bajo, y un corte medio puede requerir el material de 80 a 100 árboles de 15 metros de altura. Una vez cortados, se introducen en un horno y se someten a tratamientos térmicos y de vapor para matar a las alimañas que todavía puedan habitar en ellos y, a continuación, para secar el material.
La instalación varía, dependiendo de las necesidades de la pista. Si el suelo tiene que ser desmontable para otros eventos, el material se corta en tablas y se coloca en grandes paneles, que se amarran al subsuelo con bandas de acero. En el caso de las instalaciones permanentes, los tablones se colocan individualmente y se clavan y pegan al subsuelo. Un suelo de cancha de baloncesto de calidad profesional cuesta entre 80.000 y 100.000 dólares.