Precaliente el horno a 350 °F. Engrasa tres moldes redondos de 9 pulgadas con mantequilla, aceite o spray para cocinar. Para hacer el pastel: Siga las instrucciones de la caja de la mezcla para pasteles, sustituyendo el agua por leche. Dividir la masa entre los moldes. Hornear durante 20 minutos. Retirar del horno y dejar enfriar en los moldes durante 5 minutos sobre una rejilla de alambre, luego sacar los pasteles de los moldes para que se enfríen completamente.
En un tazón mediano, mezclar la crema agria, el azúcar y el coco. Extienda entre las capas de pastel ligeramente calientes, perforando cada capa con un palillo a medida que las apila, pero no perfore la parte superior de la capa superior. Guarde el pastel en un recipiente en el frigorífico durante 2 ó 3 días para que los sabores se impregnen.
El día que vaya a servir el pastel, haga el glaseado: En la parte superior de una caldera doble, combine las claras de huevo, el azúcar, el jarabe de maíz o el cremor tártaro y la sal. No las ponga al fuego, sino que bata durante 1 minuto con una batidora de mano. A continuación, colóquelas sobre agua hirviendo y cocínelas, batiendo constantemente, hasta que el glaseado forme picos firmes. Esto debería llevar unos 7 minutos. Retirar del fuego. Añada la vainilla y bata hasta que alcance la consistencia de untar, unos 2 minutos. Escarcha la parte superior y los lados del pastel y espolvorea todo con coco rallado. Además de tener un gran sabor, esta tarta es muy bonita.