«Los autores de los análisis epidemiológicos más recientes han informado de un modesto aumento de los riesgos con el tabaquismo actual o anterior, pero siguen existiendo dudas sobre hasta qué punto esta asociación es una consecuencia confundida por el consumo de alcohol, si el riesgo aumenta si el tabaquismo comienza en la adolescencia o antes del primer parto, y si el riesgo se ve modificado por los antecedentes familiares de cáncer de mama», escribieron los autores del estudio.
El estudio, publicado en Breast Cancer Research, incluyó a 102.927 mujeres del Generations Study, un estudio de cohortes formado por más de 113.700 mujeres de 16 años o más del Reino Unido. Las participantes, reclutadas entre 2003 y 2013, rellenaron cuestionarios en los que se preguntaba por la regularidad del tabaquismo, la edad en la que empezaron y dejaron de fumar, y el número de cigarrillos fumados al día a lo largo de diferentes periodos de su vida.
Los resultados del estudio mostraron que las mujeres que habían fumado alguna vez tenían un 14% más de probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las que nunca habían fumado. En particular, las mujeres que empezaron a fumar antes de los 17 años tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar cáncer de mama: las que empezaron a fumar antes de los 17 años tenían un riesgo 24% mayor, mientras que las que empezaron a fumar entre los 17 y los 19 años tenían una tasa 15% mayor.
Respecto a la duración del tabaquismo, los autores descubrieron que fumar durante más de 10 años aumentaba el riesgo de desarrollar cáncer de mama en un 21%, con un pequeño aumento para las que fumaban desde hacía más de 30 años (22%).
De las mujeres que habían dejado de fumar, seguía habiendo un 28% de aumento del riesgo de desarrollar cáncer de mama para las que lo habían dejado durante menos de 10 años. En el caso de las que habían dejado de fumar durante 10 a 19 años, el riesgo era un 21% mayor, y las que habían dejado de fumar durante más de 30 años tenían un riesgo un 10% mayor.
Los autores también descubrieron que la asociación entre el tabaquismo y el cáncer de mama era significativamente mayor entre las mujeres que tenían antecedentes familiares de la enfermedad. En el caso de las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama, los cocientes de riesgo aumentaban si el tabaquismo se iniciaba después de los 20 años (56%) o&antes de los 20 años (26%), y si se iniciaba más de 5 años después de la primera menstruación (53%).
«Encontramos que el tabaquismo se asociaba con un riesgo modesto pero significativamente mayor de cáncer de mama, sobre todo entre las que empezaron en la adolescencia o en la edad premenárquica, y que el riesgo relativo de cáncer de mama asociado al tabaquismo era significativamente mayor para las mujeres con antecedentes familiares de la enfermedad», concluyeron los autores.