Visión general de los bonos al portador

Los bonos al portador prometían un anonimato total a los inversores de todo el mundo, pero las medidas de presión del gobierno los han hecho prácticamente inexistentes en los EE.UU. Aun así, los bonos al portador desempeñan un papel importante en las finanzas mundiales y en la cultura popular.

Inversiones anónimas

Los bonos al portador son bonos que no están registrados a nombre de ningún propietario. En su lugar, quien «lleva» (o tiene la posesión) un bono es el propietario. También conocidos como bonos con cupón, los bonos al portador cuentan con cupones que los tenedores de bonos retiran y entregan para el pago de intereses.

Los bonos al portador se remontan al menos a 1648, aunque sin duda ya se utilizaban antes. En Estados Unidos, ganaron popularidad en la época de la Guerra de Secesión, ya que los costes de la reconstrucción exigían recursos del gobierno. A partir de ahora, los bonos al portador son prácticamente inexistentes en Estados Unidos, aunque hay limitadas excepciones.

Debido a que los bonos al portador no tienen un propietario registrado, no hay registro de quién compra los bonos, si se venden o cuándo se venden, y quién cobra los pagos de intereses. Por el contrario, la mayoría de los bonos nuevos están «registrados», y las instituciones financieras informan de la propiedad y del pago de los intereses a los funcionarios del gobierno. Por ejemplo, cuando usted gana intereses de una cuenta de ahorro o de un bono registrado, su institución notifica sus ganancias al IRS.

El atractivo del anonimato: El anonimato de los bonos al portador históricamente los hacía atractivos de varias maneras:

  • Ocultar activos e ingresos era relativamente fácil con los bonos al portador. Al no haber registro de compras y ventas, es fácil mover el dinero y almacenar la riqueza. Los certificados de bonos físicos tenían denominaciones de alto valor (de 5.000 a más de 1.000 millones de dólares), lo que facilitaba llevar sumas importantes al extranjero y obtener ingresos significativos. La evasión de impuestos también era relativamente fácil, ya que los individuos podían almacenar dinero en bonos en lugar de en cuentas financieras convencionales, y ganar intereses.
  • El blanqueo de dinero ha sido un problema con los bonos al portador. Para reducir la delincuencia, los reguladores confían en las pistas de papel (o en los registros electrónicos). Pero los bonos al portador permiten entregar miles de millones de dólares en un paquete relativamente pequeño. El dinero puede reintroducirse posteriormente en el sistema financiero desde una fuente de apariencia legítima.
  • El robo y la falsificación son tentadores porque los bonos al portador están esencialmente a un paso del efectivo. Los ladrones que robaban bonos al portador podían canjearlos y gastar las ganancias con poco riesgo de ser atrapados. De hecho, las tramas de varias películas se centran en el robo de bonos al portador. Por ejemplo, la película de acción de 1988 «La Jungla de Cristal» presenta a unos ladrones que roban 640 millones de dólares en bonos al portador en unas pocas bolsas de lona. Además, los bonos al portador falsos son una oportunidad para que los impresores expertos conviertan el papel sin valor en dinero real.

Para los inversores que no necesitan ocultar activos e ingresos, los bonos al portador tienen ahora pocas ventajas. Si te los roban, no hay forma de recuperar tu dinero. Las catástrofes naturales y los incendios también pueden causar pérdidas importantes. Por ello, es aconsejable guardar los bonos al portador en cajas de seguridad y otros lugares protegidos (con seguridad, mitigación de incendios, protección contra huracanes, etc.). Pero probablemente sea más seguro tener una institución financiera con copias de seguridad de datos redundantes que rastreen su propiedad electrónicamente.

La normativa estadounidense limita los bonos al portador

La Ley de Equidad Tributaria y Responsabilidad Fiscal de 1982 (TEFRA, por sus siglas en inglés) puso efectivamente fin a los bonos al portador para los ciudadanos estadounidenses. La TEFRA eliminó importantes beneficios fiscales e introdujo sanciones por utilizar bonos al portador. Durante un tiempo, los emisores estadounidenses podían seguir ofreciendo bonos al portador a los inversores extranjeros, pero la legislación más reciente ha limitado su capacidad para hacerlo.

¿Se pueden seguir comprando bonos al portador? Para la mayoría de los ciudadanos estadounidenses, comprar bonos al portador es poco práctico. Los emisores de otros países pueden seguir utilizando bonos al portador, y usted puede comprarlos, pero puede ser ilegal utilizarlos de forma anónima. La Agencia Tributaria y otras agencias pueden exigirle que informe al gobierno de los Estados Unidos sobre sus posesiones. Además, la compra de bonos conlleva riesgos importantes, como el riesgo de no cobrar (impago) y el riesgo de robo. Los instrumentos que facilitan el blanqueo de dinero y la evasión fiscal pueden acarrear problemas que usted no quiere tener. Además, los bonos al portador modernos emitidos por las naciones desarrolladas pueden tener condiciones menos favorables que los bonos registrados.

Mecánica de los bonos al portador

Los bonos al portador, al igual que otros bonos, son instrumentos de deuda. Los gobiernos, las empresas y otras organizaciones emiten bonos para recaudar dinero, que utilizan para financiar operaciones y crecimiento.

Cuando alguien compra un bono, «presta» dinero al emisor. Al igual que su banco o prestamista hipotecario, se les devuelve el dinero de dos maneras (suponiendo que el emisor del bono no incumpla sus obligaciones):

  • Devolución del capital: Los bonos tienen una fecha de vencimiento en la que el comprador recibe su inversión original. En el caso de los bonos al portador, el tenedor de los bonos los rescata presentando el papel en el que están impresos. En algunos casos, los bonos se «reclaman» antes de su fecha de vencimiento, momento en el que los pagos de intereses cesan y el tenedor de los bonos los rescata anticipadamente. Sin embargo, debido a que los bonos al portador no están registrados, los compradores pueden no saber cuándo se rescatan los bonos al portador.
  • Pagos de intereses: Los emisores pagan los intereses periódicamente (anualmente, por ejemplo). Los bonos al portador tienen cupones adjuntos para cada pago de intereses. Para cobrar los pagos, los tenedores de bonos retiran un cupón y lo entregan al emisor del bono (o «recortan los cupones»).

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