En los últimos 25 años, la esperanza de vida media de los hombres ha aumentado casi 4 años, y la edad de detección del cáncer de próstata ha disminuido una media de 10 años, con un diagnóstico cada vez más realizado en estadios tempranos de la enfermedad en los que es posible una terapia curativa. Estas tendencias cambiantes en la edad y el grado de malignidad en el momento del diagnóstico han puesto de manifiesto las limitaciones de las terapias curativas convencionales para el cáncer de próstata, entre las que se incluyen un riesgo significativo de recurrencia del cáncer agresivo y el riesgo de morbilidad genitourinaria a largo plazo y su impacto perjudicial en la calidad de vida (QOL) del paciente. La mayor conciencia de las deficiencias de la prostatectomía radical, la radioterapia externa y la braquiterapia ha impulsado la búsqueda de terapias curativas alternativas que ofrezcan tasas comparables de control del cáncer y menos morbilidad relacionada con el tratamiento para preservar mejor la CdV. El ultrasonido focalizado de alta intensidad (HIFU) posee características que lo convierten en una atractiva opción terapéutica curativa. La HIFU es un método no invasivo que utiliza energía ultrasónica administrada con precisión para lograr la necrosis de las células tumorales sin necesidad de radiación o escisión quirúrgica. En la oncología urológica actual, la HIFU se utiliza clínicamente en el tratamiento del cáncer de próstata y se está investigando su uso terapéutico en múltiples tumores malignos. La investigación clínica sobre la terapia con HIFU para el cáncer de próstata localizado comenzó en la década de 1990, y en la actualidad ha habido ∼65.000 pacientes con cáncer de próstata tratados con HIFU, predominantemente con el dispositivo Ablatherm (EDAP TMS, Lyon, Francia). La resección transuretral neoadyuvante de la próstata se ha combinado con HIFU desde el año 2000 para reducir el tamaño de la próstata, facilitar la destrucción del tejido y minimizar los efectos secundarios. Se espera que los avances en las tecnologías de imagen mejoren aún más los resultados de eficacia y morbilidad, que ya son superiores, y la investigación en curso de HIFU como terapia focal en indicaciones de salvamento y paliativas está sirviendo para ampliar el papel de HIFU como una terapia no invasiva altamente versátil para el cáncer de próstata.