Museo de la Revolución

No hay mejor lugar para un curso intensivo de la historia del país que el Museo de la Revolución. El museo relata la vida y los tiempos anteriores a la revolución, así como los líderes y los acontecimientos que condujeron al exitoso levantamiento de Fidel Castro. Los objetos expuestos ayudan a los visitantes a entender lo que pasaba por la mente de los combatientes de la revolución. Entre las reliquias más destacadas están los uniformes manchados de sangre de los caídos en el ataque al Cuartel Moncada de Santiago de Cuba, los mapas que se utilizaron para la navegación durante la guerra y los agujeros de bala de un intento de asesinato de Fulgencio Batista, que se encuentra en la escalera principal del edificio. También hay zonas dedicadas al Che Guevara y a Castro, y frente al edificio está a la vista el tanque utilizado por Castro durante la invasión de Bahía de Cochinos.

Pero eso no es todo lo que los visitantes deben examinar. El edificio también rezuma una interesante historia propia. La propiedad solía ser un palacio que albergaba a algunos de los presidentes más corruptos del país, incluido Batista. Una vez que Castro llegó al poder, no tardó en convertirlo en el museo que es hoy.

Los viajeros recientes quedaron fascinados al conocer la perspectiva cubana de la revolución, algo que los occidentales no suelen ver en sus libros de historia. Los visitantes también alabaron la arquitectura del antiguo palacio, que cuenta con interiores diseñados por Tiffany & Co. y una Sala de los Espejos modelada según el Palacio de Versalles. Algunos viajeros dijeron que se arrepentían de no haber leído sobre la historia de Cuba antes de visitar el museo, mientras que a otros les molestaba que pocos de los objetos expuestos estuvieran en inglés. El Museo de la Revolución se encuentra en la Avenida Bélgica, a pocas manzanas al este de la calle principal de La Habana Vieja, el Paseo de Martí. El precio de la entrada es de 8 pesos convertibles (8 $) para los adultos y de 4 pesos convertibles (4 $) para los niños. Se permite hacer fotografías, pero hay que pagar 2 pesos convertibles más (2 dólares). El museo está abierto de 9 a 17 horas todos los días.

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