La Ley Keating-Owen sobre el trabajo infantil de 1916, también conocida como Ley Wick, fue una ley de corta duración promulgada por el Congreso de los Estados Unidos que pretendía hacer frente al trabajo infantil prohibiendo la venta en el comercio interestatal de bienes producidos por fábricas que emplearan a niños menores de catorce años, minas que emplearan a niños menores de dieciséis años y cualquier instalación en la que los niños menores de catorce años trabajaran después de las siete de la tarde o antes de las seis de la mañana o más de ocho horas diarias. Tras su fracaso inicial en la promulgación, el proyecto de ley fue revisado y presentado de nuevo en el Congreso, donde finalmente fue aceptado. La base de la medida era la cláusula constitucional que otorga al Congreso la tarea de regular el comercio interestatal. La Ley especificaba que el Fiscal General de los Estados Unidos, el Secretario de Estado y el Secretario de Agricultura convocarían un grupo para publicar de vez en cuando normas y reglamentos uniformes para cumplir la Ley. Para hacer cumplir la Ley, el Secretario de Trabajo asignaría inspectores para realizar inspecciones en los lugares de trabajo que producen bienes para el comercio. Los inspectores estarían facultados para realizar visitas sin previo aviso y tendrían pleno acceso a las instalaciones en cuestión. Cualquier persona que se encontrara en la aceptación de esta ley o que diera pruebas falsas estaría sujeta a multas y/o prisión.
Una ley para prevenir el comercio interestatal de productos del trabajo infantil, y para otros fines
Proyecto de ley de Wick
el 64º Congreso de los Estados Unidos
el 1 de septiembre, 1916
- Firmada por el Presidente Woodrow Wilson el
Hammer v. Dagenhart, 247 U.S. 251 (1918) en el que la ley fue anulada por el Tribunal Supremo el 3 de junio de 1918.
La ley recibió el nombre de sus patrocinadores: Edward Keating y Robert Latham Owen. Obra de Alexander McKelway y del Comité Nacional de Trabajo Infantil (NCLC), fue promulgada en 1916 por el presidente Woodrow Wilson, que había presionado mucho para su aprobación, y entró en vigor el 1 de septiembre de 1917. Sin embargo, nueve meses después, en el caso Hammer contra Dagenhart, 247 U.S. 251 (1918), fue declarada inconstitucional por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos (véase también la era Lochner).