Los pimientos rellenos son un plato fácil de hacer y versátil que puedes preparar con una gran variedad de ingredientes. Este plato es una gran manera de utilizar los pimientos cuando están en temporada. Pero a veces, todos esos pimientos extra pueden significar que tienes demasiados pimientos rellenos por ahí. Entonces, ¿se pueden congelar los pimientos rellenos cuando hay demasiados? Por supuesto!
No sólo son fáciles de congelar, sino que los pimientos rellenos son un plato ideal para congelar. Conservan bien su sabor y textura, además de mantener su forma. Si haces las cosas bien, tu plato descongelado tendrá el mismo sabor y aspecto que cuando lo pusiste en el congelador. Los pimientos rellenos congelados son perfectos para las personas que viven solas y no quieren dedicar mucho tiempo a cocinar cada noche. También son perfectos para las familias ocupadas que necesitan comidas que puedan recalentarse y servirse rápidamente.
Para congelar y recalentar pimientos rellenos con éxito, tendrá que seguir algunos pasos clave:
Decida entre cocidos o crudos
La congelación de pimientos rellenos comienza con una simple pregunta: ¿Quiere cocer sus pimientos primero para que el tiempo de recalentamiento sea menor en el futuro o quiere congelarlos crudos y cocinarlos cuando se descongelen para que tengan un poco más de sabor? También debe decidir entre un relleno crudo o uno cocido. Tenga en cuenta que, aunque es posible congelar y recalentar los pimientos rellenos con un relleno crudo, es más seguro utilizar un relleno cocido. La elección depende del tiempo que quiera dedicar a la cocción después de sacar los pimientos del congelador.
Si decide congelar pimientos cocidos, asegúrese de que la carne que contienen está bien cocida. Deje que los pimientos se enfríen completamente antes de meterlos en el congelador. Si los congela cuando todavía están calientes, pueden quedar empapados cuando los descongele.
Protéjalos de las quemaduras del congelador
Si decide congelar pimientos cocidos, utilice una cazuela apta para el congelador para una mayor comodidad. Si la cazuela es apta para el congelador, todo lo que tiene que hacer es colocar una tapa una vez que los pimientos rellenos se hayan enfriado. La fuente puede ir directamente al congelador y simplemente puede sacar los pimientos y recalentarlos cuando los necesite.
Si no tiene una cazuela apta para el congelador, puede envolver los pimientos individualmente. Empiece por colocarlos en una bandeja para hornear que luego puede meter en el congelador hasta que los pimientos estén congelados. Saque la bandeja para hornear del congelador y envuelva los pimientos individualmente.
Utilice una doble capa de envoltorio plástico y tómese el tiempo necesario para asegurarse de que ninguna parte del pimiento quede al descubierto. Coloque los pimientos envueltos en bolsas de congelación que haya etiquetado y fechado. Tenga en cuenta que los pimientos rellenos congelados deberían seguir siendo buenos después de un año si los ha envuelto y almacenado correctamente; sin embargo, es mejor que se consuman antes de seis meses.
Descongelar correctamente
Puede colocar los pimientos congelados en el horno y recalentarlos sin descongelarlos primero. Retire la tapa de su cacerola apta para el congelador y coloque la cacerola directamente en el horno, o desenvuélvalos si optó por envolverlos individualmente. Hornéelos a 350 grados Fahrenheit hasta que estén completamente descongelados. Si quieres acortar el tiempo de horneado, descongela primero los pimientos colocándolos en tu refrigerador durante la noche. Hornea los pimientos descongelados a 350 hasta que estén completamente calientes.