Síntomas
El periodo de incubación de la enfermedad por el virus de La Crosse (LACV) (el tiempo que transcurre desde la picadura del mosquito infectado hasta el inicio de la enfermedad) oscila entre 5 y 15 días. La enfermedad por el LACV suele caracterizarse por fiebre (que suele durar 2 ó 3 días), dolor de cabeza, náuseas, vómitos, fatiga (cansancio) y letargo (disminución de la actividad o del estado de alerta). La enfermedad neuroinvasiva grave (enfermedad que afecta al sistema nervioso) ocurre con mayor frecuencia en niños menores de 16 años.
Aunque las convulsiones durante la enfermedad aguda son comunes, los casos mortales son raros (<1%) y la mayoría de los pacientes parecen recuperarse completamente. En algunos casos se han notificado secuelas neurológicas (afecciones derivadas de la enfermedad inicial) de duración variable. Éstas pueden incluir convulsiones recurrentes, hemiparesia (parálisis parcial de un lado del cuerpo) y anomalías cognitivas y neuroconductuales.
Tratamiento
No se dispone de una vacuna contra la infección por LACV ni de un tratamiento antiviral específico para la infección clínica por LACV. Los pacientes con sospecha de encefalitis por LACV deben ser hospitalizados, se deben solicitar las pruebas serológicas y otras pruebas diagnósticas apropiadas y se debe proporcionar tratamiento de apoyo (incluido el control de las convulsiones).
Evaluación clínica (para el personal sanitario)
En los casos de enfermedad neuroinvasiva aguda por LACV, el examen del líquido cefalorraquídeo (LCR) suele mostrar un recuento de glóbulos blancos ligeramente elevado y una glucosa normal; las proteínas del LCR están elevadas en aproximadamente un tercio de los casos. El recuento periférico de glóbulos blancos suele ser elevado. La tomografía computarizada (TC) del cerebro suele ser normal, mientras que las anomalías electroencefalográficas (EEG) son más frecuentes. Los resultados del EEG suelen parecerse a los observados en casos de encefalitis por herpes simple.
El LACV es difícil de aislar a partir de muestras clínicas, y casi todos los aislamientos (y los resultados positivos de la PCR) han procedido de tejido cerebral o LCR. En ausencia de un método de detección del virus sensible y no invasivo, las pruebas serológicas siguen siendo el principal método para diagnosticar la infección por LACV. En combinación con una presentación clínica consistente en un área endémica, se puede hacer un diagnóstico rápido y preciso de la enfermedad neuroinvasiva aguda por LACV mediante la detección de anticuerpos IgM específicos de LACV en suero o LCR. Las pruebas de IgM del LACV están disponibles comercialmente, en algunos laboratorios de departamentos de salud estatales y en los CDC. Un resultado positivo de la prueba IgM del LACV debe confirmarse mediante pruebas de anticuerpos neutralizantes en muestras de suero en fase aguda y de convalecencia en un laboratorio estatal de salud pública o en los CDC. Para enviar muestras para su análisis en los CDC, póngase en contacto con el departamento de salud de su estado.
Todos los casos de enfermedad por LACV deben notificarse a las autoridades locales de salud pública. La notificación puede ayudar a las autoridades locales, estatales y nacionales a reconocer los brotes de esta enfermedad relativamente rara y a instituir medidas de control para limitar futuras infecciones.